Tenemos el recorrido más o menos claro, aunque por si acaso preguntamos en un pueblo. La playa está indicada pero una de las señales nos despista.Cuando preguntamos por la playa nos confirman que nos habíamos pasado el desvío , afortunadamente estábamos cerca.Estamos también un poco preocupadas porque la gasolina se está acabando y no hay ninguna bomba cerca.
La última parte del trayecto es un camino.A estas alturas está totalmente superado jajajaja.
Llegamos a la playa.Desde luego confirmamos que es ciertamente una de las playas más bonitas que conocemos.El agua cristalina, la arena blanca...además está muy tranquila.Se ven grupos de turistas pero no demasiados. La mayoría llegan en barca hasta allá.Americanos, eslavos...
Rápidamente se nos acercan vendedores a ofrecernos pulserás, masajes, trenzas, pan de coco....
Colocamos nuestras toallas y nos disponemos a disfrutar del sol y el mar.
Después de un paseo y un par de chapuzones, decidimos ir a comer.
Hay dos restaurantes y optamos por uno de ellos que parece tener mejor pinta. Preguntamos por el precio del servicio de pescado y nos pide 400.Nos parece caro pero tampoco tenemos más opciones así que pedimos tres servicios.Mar y yo además pedimos una piña para beber.
El pescado lo preparan al momento así que nos toca esperar un rato.Antes nos sirven las piñas, están muy buenas.
Al lado nuestro hay un grupo de americanos que están con un guía dominicano.Planean sus excursiones para estos días.
El guía nos localiza y rápidamente se pone a hablar con nosotras también. Nos ve como otra opción de negocio.Tiene una barca y nos la ofrece para visitar las Galeras.Le decimos que tenemos nuestro vehículo y que meñana nos gustaría ir al salto del limón y hacer allí la ruta a caballo. Rápidamente ofrece sus servicios de guiarnos desde Samaná hasta allá y contratarnos el servicio de caballos y la comida.Nos dice que nos saldría por unos 2000 pesos por persona.
Le cogemos el número y quedamos en avisarle si finalmente estamos interesadas.
De nuevo nos ofrece su barca para dar un paseo por la costa simplemente pagando la gasolina pero no lo aceptamos.
Su grupo de gringos quieren ir a la playa. La verdad es que están rojos como tomates debido a las quemaduras por el sol y las picaduras de mosquitos.
Nos sirven nuestros pescados asompañados de arroz y tostones. No han sido baratos pero están muy buenos. A la hora de pagar intentamos que nos cobre menos pero finalmente sólo nos quita 25 pesos por cada servicio.
Nos volvemos a la playa otro rato y comentamos que el precio nos parece muy alto, ya que según la guía los caballos podrían salirnos por unos 700 pesos.
Compramos un pan de coco para probarlo. Yo no soy aficionada pero no sabe demasiado dulce y está bueno. Nos damos otro chapuzón y decidimos irnos de regreso a Samaná ya que no tenemos apenas gasolina y tampoco hemos visto bombas por el camino.
Apuramos el combustible hasta final, haciendo algunos tramos en punto muerto. También nos hemos dado cuenta que para subir las cuestas hay que ponerla en primera y pasar de segunda a tercera le cuesta mucho.
Conseguimos llegar a Samaná y lo primero que hacemos es llenar el depósito.Después nos vamos a ver las vistas del pueblo desde un puente que comienza en la playa principal.al comienzo del puente que coincide con la salida del resort, hay un cartel que advierte a los huéspedes que a partir de esa zona no se hacen responsables de lo que les pueda ocurrir a sus huéspedes.
el paseo coincide con la puesta de sol y se ve bonito. De nuevo publireportaje postureando.
cuando nos volvemos vemos cómo varios muchachos se lanzan al agua desde el puente, que está a una altura considerable.
Nos volvemos a la casa.Nos duchamos y Mar y yo salimos para conectarnos a la WIFI.Antes llamamos al padre Benito para recordarle que no tenemos tanque de gas y por tanto no podemos cocinar.También aprovechamos para preguntarle si conocen a alguien.que nos pueda guiar al salto del Limón o contratar la ruta a caballo. el padre Martín sólo me sabe decir el nombre de un tocayo suyo, Martín, pero no sabe donde encontrarlo exactamente.Iremos un poco a la aventura.
Después de ponernos en contacto con el exterior, nos volvemos para la casa haciendo parada en un puesto de Hot Dogs para que Mar se compre un par de ellos.
De nuevo el tendero nos quería cobrar de 10 pesos de más, pero en esta ocasión no le fue posible ya que justo delante nuestro un muchacho había pedido lo mismo y le había cobrado 50 pesos.
Nos volvemos para la casa y comprobamos que Zita ya está totalmente dormida.
Yo me preparo un sandwich y nos acostamos.
El día ha estado bastante completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario