Por la mañana Zita llama a Máxima, es complicado contactar con ella , ya que donde está hay poca cobertura.Resulta que Don Juan hace unos días enfermó de chicungunya y parece ser que la pasada noche les dio un pequeño susto y tuvieron que internarlo en un hospital de Santiago Rodríguez. Por esta razón Máxima esta mañana se ha ido para allá, así que ya no la veremos hoy. Nos dice que nosotras vayamos al lugar donde están de retiro para saludar a las teresianas y comer allí con ellas.
La casa es de unas monjas y se encuentra cerca del salto de Jimenoa, así que perfecto ya que visitaremos el salto y comeremos allí.Cuando vamos para allá, primero nos pasamos el desvío así que nos toca dar la vuelta.
Efectivamente la casa está cerquita del salto.Primero entramos allí para saludar.Máxima efectivamente ya no está pero nos recibe Pilar Cachofeiro, reponsable de InteRed en República Dominicana.Hace poco que ha venido de España.Nos cuenta su experiencia con la chicungunya, parece ser que ya va por el tercer brote.El segundo le dio en España y tuvo que ir al servicio especializado en enfermedades tropicales.Hay una Teresiana a la que le dio el día anterior.Pilar nos comenta que ella fue al salto ayer y que este año tiene poca agua.Yo me extraño porque me dice que el acceso es muy fácil, que hay que caminar poquito y cruzar unos puentes de madera.Esto no coincide con el acceso al salto de Jimenoa que yo visité el año pasado. Nos vamos para allá y cuando accedemos me doy cuenta de que efectivamente no es el salto que yo visité.Efectivamente no es tan impresionante y lleva poca agua debido a que este año no ha sido año de lluvias.
Nos hacemos unas fotos y nos damos la vuelta.En el salto no te puedes bañar y el río tampoco lleva demasiada agua.
Cuando llegamos todavía falta un ratillo para la hora de la comida así que nos sentamos en el jardín.
Cuando terminan su sesión de evaluación pasamos al comedor.
allí cada uno se sirve su plato: arroz, vegetales hervidos, habichuelas, carne y sandía y dulce.
La comida está muy buena, el dulce demasiado empalagoso para mi gusto.
Luego ellas mismas friegan y para terminar agradecen a las hermanas su hospitalidad con una canción.
Hora de retornar a casa.Una guagüita lleva a 10 teresianas y como nosotras vamos a Santiago y tenemos espacio llevamos a dos, una de ellas es la de la chicungunya.La otra es Miladis, con la que pasé mi primera noche en Dominicana este año.Ya es la tercera vez que nos encontramos.
Santiago está cerca así que llegamos prontito.Dejamos a las teresianas en sus casas y nosotras nos vamos a nuestro piso de Santiago, el de los hermanos de crianza de Zita.
Cuando llegamos pensamos que no hay nadie allí, así que nos sentamos a esperar en las escaleras. Pero al rato Zita llama a Massiel y resulta que estaba en la casa, en su habitación, que queda para la parte de atrás, por eso no nos oyó.
La chicun ha hecho modificar nuestros planes ya que en un principio hoy devolvíamos la jeepeta y mañana nos volviamos a Partido con Emmanuel que venía a buscarnos, pero Emmanuel lleva varios días en cama.Ya le inyectaron 2 veces y la segunda le hizo reacción y se le inflamó la cara.Máxima está en Santiago Rodríguez con don Juan y espera que le den el alta mañana.
Así que vamos a intentar que nos dejen la jeepeta un día más para poder llevar a Mar mañana al aeropuerto.Para eso tenemos que esperar a que llegue Ñoñó del trabajo. Llega acompañado del amigo que tramitó lo del alquiler y con una llamada lo resuelve.
Así que lo que hacemos es ir a los supermercados la Sirena a hacer unas compras, entre ellas un par de botellas de ron que se lleva Mar.Rocío ha traído CDs para sus clases de baile y uno de ellos es de sevillanas, así que lo ponemos en el coche a todo volumen estilo dominicano.
Zita intenta buscar un sitio donde encuadernar su trabajo fin de grado pero no encuentra.
Nos volvemos para la casa y para cenar optamos por picapollo y unas presidente.
Vamos con Ñoñó a buscarlo y cuando ya lo tenemos y nos disponemos a volver a la casa, el coche no arranca. Lo intentamos varias veces pero no hay manera. Ñoñó y zita han salido sin celular, así que yo llamo a Yanet para que me de el número de Massiel y así ella darnos el número del amigo de Ñoñó.
Lo conseguimos y el muchacho llega pronto.Afortunadamente consigue arrancarlo y nos volvemos para la casa. Allí comemos el picapollo, que se ha quedado un poco escaso y nos acostamos.
Esta será la última noche de Mar en República Dominicana. A ella la dejamos dormir en la cama de la habitación de Dismery ya que mañana le espera un largo viaje de varias escalas para llegar a San Francisco.
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