jueves, 1 de agosto de 2013

Día 32.Empieza un nuevo mes

Hoy estamos en el ecuador de la aventura. Amanecemos más temprano puesto que Emmanuel nos va a recoger a las 8 y veinte enfrente de casa de Zita. Hoy desayuno fruta y cereales con leche. Cojo la mochila y me dirijo al punto de encuentro. Veo que está  sólo Emmanuel con la camioneta y opta por ir a buscar a Máxima, con saludo a Don Juan incluído, después a Wanda y volvemos a recoger a Miriam y Zita.
Zita comenta que no ha empezado bien el día.Había preparado comida para llevar y las hormigas no la habían respetado. Le comentamos que no llevamos comida ninguno puesto que el plan es comer pescado pero ella ya tiene su tartera preparada. Emprendemos viaje, aunque primero hacemos parada en el centro para recoger algo. Hoy está cerrado puesto que Disneiry tenía cita con el doctor en Santiago para hacerle un estudio relacionado con sus migrañas y el resto nos vamos. Daniela y Daniel están allí. Como la información del paseo de hoy no la conocía por la mañana no les pude comunicar que hoy no había clase de inglés. Resulta que ninguno tiene llaves , así que Emmanuel tiene que ir a buscarlas a su casa.Resuelto el imprevisto seguimos camino hasta Dajabón. Allí paramos en el banco para comprar 60 dólares. Aquí existe lo que se llama auto-banco, estilo Mac auto.Pasas con tu coche por la ventanilla pero en vez de una hamburguesa realizas una operación bancaria. En el Ban Reservas no les cambian, así que nos vamos al Popular,donde Emmanuel  consigue los 60 $. Nos dirijimos entonces a cruzar la frontera. Los 60$ son por si acaso nos los piden al cruzar. Hoy no hay mucho jaleo puesto que no es día de mercado.Aún así hay filas de haitianos esperando para cruzar la frontera. Hoy tenemos buen día, puesto que el militar nos deja pasar sin pedirnos el dinero. Máxima comenta que lo guardará para la próxima vez y si no lo invertirá en pagar el seguro de la camioneta, que por lo que comenta deben de hacerlo mensualmente.
Pues ya estamos en Haití.Los carteles están en creol. Las orillas de la carretera están llenas de vendedores.Hacemos una parada y Emmanuel se baja de la furgoneta. Nosotras nos quedamos dentro. Al rato un haitiano nos empieza a señalar hacia abajo y se agacha para levantarse con una cartera en la mano que nos entrega. Efectivamente es la de Emmanuel. No nos da ni tiempo a agradecérselo puesto que el muchacho sigue su camino con rapidez. Ninguna nos habíamos dado cuenta de esto y Zita dice que veía que algunos señalaban hacia abajo pero creía que simplemente hacían gracias. Una nueva muestra de que todavía hay gente honesta en el mundo.Decidimos no decirle nada a Emmanuel para ver cómo reacciona cuando se dé cuenta. Wanda comenta que su hermano ya ha perdido un par de celulares de esa forma. Seguimos nuestro camino y llegamos a la plaza donde nos esperan los 3 directores de las escuelas de Haití que se quieren despedir de Zita. Parecen tres hombres muy joviales, hablan en creol y a ratos en francés. Después de una breve conversación nos vamos. Retornamos por donde vinimos.Cruzamos la frontera de nuevo en sentido contrario y Zita nos cuenta que es impresionante verlos en época escolar, cada uno con su uniforme  de camisa blanca impoluto. También nos prometen que nos traerán en un día de mercado. Iniciamos el camino a la playa de Monte Cristi. Primero paramos en casa de un pariente de Máxima que es panadero y nos va a dejar el termo para el hielo y unos panes de agua y unas galletas de pan.
La siguiente parada es para encargar pescado frito en un puesto. Nos pasaremos a recogerlo en 20 minutos, el tiempo que tardaremos en pasar por el supermercado para comprar agua, zumo y refresco.  Enfrente hay una cafetería donde aprovechamos para ir al baño. Nos sorprendemos por la limpieza y pulcritud de los mismos. Volvemos a recoger el pescado. Unos van acompañados de plátano frito y otros de arroz y habichuelas. Huelen muy bien.
Llegamos a la playa. Las playas del norte no son grandes ni son las playas del Caribe. Como hoy es jueves no hay nadie.
Primeramente nos comemos el pescadito en la parte de atrás de la furgoneta a la sombra de un árbol. Está muy bueno, unos están enteros y otros en rodajas. Unos perros de la zona se acercan para ver si les damos algún resto.Me sorprende ver a un perro comiendo pescado.Como siempre las raciones son grandes y nos sobra una entera y media de otra.
Miriam y yo nos damos un baño y el resto se ponen a realizar la evaluación final. El agua está caliente. Doy un par de paseos y me siento un rato en la toalla con Miriam.
Cuando terminan los demás nos damos otro baño con ellos. Luego pedimos consejo sobre el destino para el fin de semana. En principio íbamos a Samaná pero Zita y el resto nos recomiendan ir a algún lugar del sur puesto que Samaná pilla más cerca de Partido. Nos hablan de Pedernales pero creemos que no tenemos suficiente tiempo. Al estar en Partido, los desplazamientos a la capital son largos, 5 horas, y además los horarios limitados, el domingo hay que coger la guagua al mediodía para llegar a Partido. Así que optamos por ir a un destino de interior: Jarabacoa, con unas cascadas muy bonitas.
A las 5 iniciamos el retorno.Primero nos enseñan la punta de la playa, donde hay una vista preciosa y una playa muy coqueta, el problema es que el acceso es difícil y Máxima no puede hacerlo debido a su problema de rodilla.
 Por el camino empieza a diluviar, corren riadas de agua por las calles de Dajabón y pueblos cercanos. Llegamos a Partido y allí ya no llueve. Miriam y yo nos bajamos junto a Zita. Miriam le pide a Máxima un bollo de pan y le meten varios en una bolsa.
Primero recargamos nuestros celulares en la cafetería y luego llamamos a Ana para comunicarle la situación. Nos resulta difícil decirle que Samaná ya no es una opción para nosotras este finde y que le proponemos la de Jarabacoa. Samaná vamos a planearla para finales de agosto junto con Aris, Alicia y Lupe. Iríamos en la jeepeta de Aris,lo cual nos facilitaría las cosas.
Ana al principio está contrariada, ya había buscado hostel y mirado horarios y además resulta que los planes no sólo la incluían a ella si no tammbién a unos amigos que ha conocido en la capital. Yo desconocía de la existencia de más personas involucradas y además le explicamos que aquí los planes se van haciendo día a día, sin demasiada antelación.Queda en llamarnos dentro de una hora.
Estas cosas no son demasiado gratas y yo la comprendo, puesto que me ha pasado, que cuando planeas algo te da rabia que luego no salga adelante.
Argentina le dice a Miriam que se quede a cenar e incluso se ofrece a prepararle el desayuno y almuerzo de mañana para el paseo a Santo Domingo. Cuando le he dicho que necesitábamos llevar algo, rápidamente se ha puesto a planear menú, ha aderezado el pollo y ha dicho que mañana por la mañana se levantará pronto para cocinarlo junto con alguna cosa más.Me da un poco de cosa hacerla madrugar tanto para cocinar,mañana que no se iba a levantar para ir a caminar puesto que se ha pasado la tarde en el salón de Angelita arreglándose el pelo.
Hoy se han llevado a Rafael, el padre de Fefelo a la capital. El hombre es diabético y parece que un dedo del pie se le estaba poniendo morado.
Argentina prepara Auyama con queso, zanahoria y ensalada. Muy bueno. Miriam también le comenta lo buena cocinera que es. Hoy Elvis me sorprende comiendo lechuga. Lenadro se ha ido.Otro sobrino que deja la casa.
Antes de comenzar Ana ha llamado a Miriam y parece que finalmente iremos todos a Jarabacoa. Pasaremos la noche en Santo Domingo y el sábado iremos para allá.
Terminamos de cenar y llega Fefelo. Se ha psado el día montando a caballo haciendo una ruta de subida a un cerro. Llega cansado y se sienta en su mecedora.
Nosotras también tenemos ganas de ducharnos puesto que estamos con el bikini y la sal de la playa,pero antes debemos ir donde Aris a hablar con ella de lo de Samaná. Argentina y Elvis se vienen con nosotras. Allí está Merlyn, que se va a quedar a dormir en la casa y está preparando mangú de plátano con queso porque a Wanda le encanta. La niña de Aris se prepara dos bollos de pan con mayonesa y ketchup. Se ponen de tertulia y la cosa se alarga más de lo esperado. Llega Lupe y vamos a saludar a Sonia que nos invita a bizcocho. Por fin parece que se dan cuenta que se ha hecho tarde y hay que retirarse, son las 11.
En casa seguimos sin agua así que a ducharse con la jarra, además la poca que hay sale bastante turbia.
Argentina me manda ponerle el despertador a las 5 menos cuarto pra tener tiempo de preparar las cosas. Cuando subo a la habitación me parece oler a chocolate, así que creo que está adelantando algo. Ya veremos mañana.Hoy la noche va a ser corta, esperemos que los muchachos nos dejen dormir en el bus.

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