Amanece el día soleado, como siempre. Me levanto a las 7 pero en esta ocasión es porque a las 8 va a pasar Emanuel a buscarme para iniciar nuestro viaje que terminará en Puerto Plata, donde recogeremos a Zita y Mar, su hermana, que llegarán a las 20:30. Antes haremos parada en Santiago para hacer recados.
Argentina me ha preparado plátano, leche, queso de hoja y fruta.Dice que es un desayuno de viaje.
Emanuel se retrasa un poco y llega sobre las 8 y 20. Nos pasamos primero a recoger a Wanda y a su padre. Wanda sube con el router de la casa, router portátil literalmente.A continuación bajamos a su padre a casa de su tía. Allí está Natalia, la hija de Charito, prima de Emanuel y Wanda. está jugando con la tablet, así que no hace caso de nada ni nadie. Saludamos a la madre de Emanuel que está allí.
Subimos a buscar a Máxima, que ahora es vecina de Emanuel y Wanda, ya ya empredemos viaje hasta Santiago. Allí haremos parada para hacer unas compras, comeremos y después continuaremos hasta Puerto Plata.
En Santiago parqueamos en la Sirena (cadena de supermercados dominicana) y nos dividimos. Máxima se queda en el supermercado, Emanuel va a comprar una tela de tul y Wanda y yo vamos a una tienda de trofeos en busca de una placa con forma de libro para entregar en la próxima feria del libro.
Tenemos muchas posibilidades de perdernos pero preguntando a un par de personas llegamos al sitio. La pena es que nos dicen que allí no tienen lo que buscamos, aunque sí nos dan la indicación de otro lugar.
Así que nos volvemos a la Sirena en busca de Máxima. No la localizamos.
Yo me acerco a un puesto de Orange para ver si consigo una tarjeta prepago. Pregunto y me responden que no, que sólo tienen recargas.
Me retiro y Wanda cae en la cuenta de que lo que busco no es una tarjeta si no un chip,por eso la chica no me entendió.
Justo entonces localizamos a Máxima. Ha comprado cosas de droguería y ahora se ha propuesto encontrar la tela adecuada para hacer los cinturones de yoga. Pregunta en la sección de ferretería pero le dicen que no.
Llama a Emanuel para ver si ya ha terminado y nos encontramos con él en el parking. Él sí ha conseguido la tela de tul.
Iniciamos la búsqueda de la tela y las hebillas del cinturón de yoga.
En una mercería encontramos algo parecido pero es demasiado ancho y si no es de material plástico, lo cual tampoco serviría. De ahí pasamos a una ferretería, donde tampoco nos saben indicar y paramos en otras 2 grandes superficies y varias mercerías y ferreterías. La búsqueda no tiene éxito. Por lo menos sí que han conseguido encargar lo de las placas y también han encontrado balón de voley y red para el curso que impartirá Mar, la hermana de Zita.
Paramos a comer en los supermercados la Sirena, que tienen área de restauración. Allí mismo comimos el día que me llevaron a Santo Domingo para coger el vuelo de regreso a Madrid el año pasado.Es un self Service en el que te sirves lo que quieras. Las raciones vienen en paquetitos y tienen un poco de todo.Cogemos pollo, ensaladas, arroz, habichuelas, ensalada de coditos (macarrones), mangú de yuca, pastelón de plátano, carne de cerdo, plátano maduro....como siempre más de la cuenta porque termina sobrando comida.
Cuando terminamos continuamos viaje a Puerto Plata, llegamos allí sobre las 5 y media. Como el vuelo de Zita y Mar no llega hasta las 8 y media, decidimos ir hasta la laguna Gri Gri.Que está como a una hora de Puerto Plata.
Máxima nos la recomienda para dar un paseo en barca.
La carretera está bastante transitada por camiones y tiene bastantes curvas, eso hace más lento el trayecto. a lo largo de la zona vamos pasando por múltiples Resorts, a los que vienen a veranear los turistas europeos y norteamericanos. Entre ellos el Melíá San Juan.
El aspecto de los pueblos dista bastante del de los resorts.
Llegamos a la laguna y contratamos una barca que nos hará el recorrido por los manglares hasta salir al mar.
Máxima se quedará en la camioneta ya que tenemos allí el equipaje.
Efectivamente el paseo de 45 minutos merece la pena. Un agua cristalina, unas piscinas naturales en las que debido a la hora no nos podemos bañar pero que habitualmente la visita incluye,unas cuevas llamadas de las golondrinas.La costa está adornada con figuras de cabezas de color blanco y estatuas. También al lado de la playa hay una casa desde la que nos saludan unos muchachos.Menudo lujo mirar desde allí la puesta de sol.
Cuando termina el paseo, le damos la razón a Máxima. se alegra por ello.
Volvemos sobre nuestros pasos para ir ya al aeropuerto de Puerto Plata.
Es un aeopuerto pequeñín, parecido al de León, donde le llama la atención especialmente que no tiene puertas.Su uso es básicamente para recibir turistas que vienen a los resorts.El vuelo de Zita y Mar ha salido de Francfurt.
Llegamos pronto y además comprobamos que trae media hora de retraso. Nos reímos con un watchiman (vigilante) que ha debido de empezar hoy a trabajar allí y se dedica a mandar selfies desde el celular.
Decidimos que cuando lleguen Zita y Mar nos vamos a esconder para que no nos vean.
Cuando aterriza el vuelo, sin embargo, Máxima se coloca al lado del pasillo por donde salen. Parece que no ha captado el mensaje. Emanuel empieza a decir que va a haber una que dejemos en tierra como nos estropee la sorpresa.
Las muchachas se hacen esperar y , por fin, Máxima también se retira del pasillo principal.
Por fin salen por la puerta y nos agachamospor detrás de la gente para que no nos vean. La gente nos mira un poco extrañada. Wanda lo está grabando con el móvil y de repente empieza a levantar los brazos y mover el móvil cuyo flash la delata. Mar nos localiza y las recibimos con un fuerte abrazo.Empieza a chispear.
Para Mar, es la primera vez en República y según Zita no está acostumbrada a los viajes de clase turista.
Su primer comentario es si hay cinturón trasero en la furgoneta, a lo que todos nos quedamos mirando y por supuesto la respuesta es negativa.
Cuando ve la tela de tul pregunta si es una mosquitera y cuando nos metemos en la carretera empieza a alucinar con los adelantamientos y el mal uso de las luces largas. Hace casi todo el viaje callada.
Cuando una llega es normal este estado de sock inicial. Todos hemos pasado por lo mismo.
En Puerto Plata nos alojaremos en casa de una amiga de Wanda.Hemos traído 2 colchones hinchables y unas colchonetas del centro.
Vive ella sola, en una casa humilde, donde cortan el agua por las noches.Tiene una habitación donde duerme y una gran sala que le sirve de salón, donde extendemos los colchones y al fondo la cocina.
Nos comenta del alto grado de violencia y conflictividad de la ciudad y de la cantidad de prostitución que existe debido al turismo sexual.
Cenamos en un pica pollo cercano: tostones de plátano frito amarillo, pollo asado y pechuguinas.
Nos retiramos a dormir. En una de las colchonetas dormirán las hermanas, en la otra Máxima y yo y Emanuel en una colchoneta. Wanda lo hará con Walenska, su amiga. Nos ha puesto un abanico (ventilador) para soportar el calor.
Emanuel se tiene que ir a las 7 para coger la guagua a Santiago.Walenska le tiene que abrir la puerta para que pueda salir.Esperemos que no se duerma :)
Vemos que ha sido una bonita salida. La pena es que los turistas lo estropeen y vayan a aprovecharse de esas formas tan abusivas y nada razonables !que lástima! Hasta otro rato Ah ! Parece que el yoga se toma con interés...
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