Emanuel había quedado de pasar a recogernos a las 8:30 para viajar a Haití.
Bajo a desayunar, y ya tengo la fruta esperando y el café.Estaba con el café y veo que pasa Máxima en la camioneta pero resulta que todavía no a recogerme.Yo en principio pienso que sí, así que subo rápido a por las cosas con el café en la mano y se me derrama parte por las escaleras.Cuando bajo, después de las prisas, me avisa Argentina que era falsa alarma.Así que me vuelvo a sentar tranquilamente a terminar el café.Están Yomi y la prima de Fefelo.
Yomi finalmente ha decidido que se queda el fin de semana.No irá para Santiago hoy como había planeado.La prima de Fefelo se irá más tarde.
Ya son las 9.Por fin aparece de nuevo la camioneta.Yo voy con la mochila y me dicen que ha habido cambio de planes.Que volvemos por Partido así que no hace falta llevar el bulto.Parece ser que ya lo habían pensado ayer pero no pudieron avisarme.
Salimos para Dajabón.Todavía no había ido hasta allí este año.Compruebo que la carretera sigue igual de mala.Llena de hoyos.Llegamos a la frontera.Hoy es día de mercado, por eso hay mucho movimiento aunque Máxima comenta que hay poco en realidad. Tenemos que pasar por el control para ver si nos dejan pasar con el pasaporte sin pagar.Máxima nos pide los pasaportes y se encarga de los trámites.La esperamos parqueados.Después de un rato llega acompañada de un trabajador de la frontera diciendo que hay buenas noticias que nos van a dejar cruzar sin pagar.Primera prueba superada.
Nos entrega los pasaportes pero Zita se fija en que no nos los han sellado, así que vuelta atrás para subsanar el problema.Por fin conseguimos nuestro sello de salida y continuamos camino hasta el control de entrada en Haití. Máxima vuelve a hacer la misma operación, nos pide los pasaportes y los lleva a la oficina. En esta ocasión cuando vuelve nos dice que no ha habido tanta suerte y nos piden 15 dólares a cada una por entrar.Yo iba prevenida pero Mar no lleva dólares y Zita sólo 20, así que les presto la diferencia.Máxima se vuelve a ir y cuando regresa nos da una buena noticia, finalmente han sido 15 dólares en total.
Por fin podemos seguir camino, los primeros trámites se han superado.
Primera parada a llenar el tanque de gasolina, ya que en Haití es mucho más barata y de paso llenan una garrafa.
Nuestro destino va a ser Cabo Haitiano. El año pasado Miriam y yo pasamos por allí pero no lo visitamos. La primera ciudad que está al otro lado de la frontera es Ounamende.
Máxima le pregunta a Zita si ve algún cambio con respecto al año pasado y responde que sí.
Las calles siguen estando a medio asfaltar y las casas se siguen viendo a medio hacer.Según vamos recorriendo camino pasamos por distintas poblaciones caracterizadas por esas construcciones de bloques de hormigón sin pintar y llenas de vendedores que se extienden a lo largo de la calzada mercadeando con todo tipo de cosas, desde jabones, víveres, fruta, tarjetas telefónicas, calzado, ropa....
Otra cosa que llama la atención es ver al pasar por los ríos a las mujeres lavando y poniendo su ropa al sol para que seque. Muchas mujeres también cargan sus cosas encima de la cabeza.
Llegamos a cabo Haitiano. Es la hora de almorzar.Cerca del malecón vemos un restaurante que tiene buena pinta. Máxima nos pregunta si nos apetece comer allí y le decimos quesí, ya que el resto no conocemos la ciudad.
El restaurante tiene como un patio.Se ve que es un sitio para turistas. Se ve limpio y nos acomodan en una mesa de 5. Elegimos todos un plato de pollo frito que viene con tostones de plátano frito, papas fritas,ensalada y arroz. Es una buena ración. Sólo Emanuel consigue casi terminarlo. Zita le dice a Mar que no tiene por qué hacerlo, que no se vea obligada a comerlo todo, ya que la ve un poco forzada comiendo.
Nos han traído además un condimento para la ensalada que está un poquito picante.Lo probamos y lo comprobamos.
Llega la hora de pagar y se dan cuenta de que no han cambiado dinero, así que Máxima pregunta si se puede pagar en dólares. La camarera responde que sí y le hace el cambio. Emanuel comenta que lo ha hecho bien.Pagamos entre Zita y yo , ya que somos las que hemos traído dólares.
Nos levantamos y hacemos un recorrido en la camioneta por la ciudad. Tiene su encanto. Pasamos por delante del mercado, donde se ve a un montón de gente y por la iglesia principal, dedicada a nuestra Señora, que está en una plaza.
Desde allí subimos a un alto para visualizar las vistas desde arriba y comenzamos el retorno a Partido, ya que se nos ha hecho tarde y la furgoneta debería estar en Santiago en torno a las 6 de la tarde, lo cual ya va a ser complicado.
Volvemos por la misma ruta y llegamos de nuevo a la frontera. El primer cruce, la salida de Haití lo superamos pero el problema viene al entrar de nuevo a República. El paso está colapsado de gente y de camionetas.Nos paramos y no somos capaces de avanzar.
Máxima decide bajar a pie y acercarse a las oficinas.
Mientras tanto seguimos encajonados. Pasan motores, gente a pie. En uno de estos pasos, courre algo que ya estaba pronosticado. El retrovisor izquierdo termina roto del todo en el suelo.
Llega Máxima y nos dice que tenemos que pagar de nuevo la tarjeta de turista que son 10 dólares por persona.El problema está en que ya sólo tenemos 5, así que van a tener que cambiar unos pesos que tienen. En la frontera sigue habiendo lío, para variar.
Dejamos a Máxima con los trámites y los pasaportes y nosotros cruzamos la frontera sin que nadie nos chequee. Así que el único problema hubiera sido el sello de entrada en el país.Esperamos a Máxima ya en Dajabón.
Cuando llega nos dice que no tenía suficiente, pero le han puesto los sellos y no va a volver a pagar la diferencia.
Cuando ya salimos hay un hombre vendiendo lotería que dice que va al Pino, que si le podemos dar una bola, a lo que Máxima asiente y se sube a la camioneta.
Retornamos a Partido. Emanuel y Mar todavía no tienen el bulto hecho, así que calculamos que saldremos sobre las 6.
Yo paso por casa a recoger la mochila, no hay nadie. Me da tiempo a comerme un mango y ya está Zita pitando para que salga.
Luego recoge a su hermana y nos vamos donde Emanuel, que ya está esperando en la puerta con el bulto.
De momento conduce Zita hasta el Pino, pero cuando dejamos al señor, Emanuel le pide el relevo, ya que urge que lleguemos a Santiago pronto porque se supone que el chico del taller ya tenía que haber terminado su jornada y sólo nos está esperando a nosotros.
Así que Emanuel toma las riendas y aprieta en la medida de lo posible, ya que pillamos un camión delante que nos ralentiza durante bastante tiempo, al que no podemos rebasar.
Llegamos a Santiago sobre las siete y cuarto. Primero pasamos por casa de unos familiares de Emanuel a dejar un encargo y luego vamos al taller.
Llegamos después de preguntar a varios por el camino.La respuesta de los últimos es que hay que seguir todo derecho y que el taller se encuentra al final de un trayecto en bastante mal estado cargado de hoyos.
Comprobamos que es cierto y finalmente llegamos. Allí recogen la camioneta y nos llaman a un taxi para ir al apartamento de Masiel y Emanuel, los hijos de Reyna, la casa donde se quedan Zita y Mar.
El taxista no es de muchas palabras. Tiene el vidrio delantero tintado en parte para que no le deslumbre el sol,lo cual es muy práctico de día pero no tanto de noche,porque resta visibilidad.
Finalmente llegamos a nuestro destino, residencial Villa olímpica, bloque 176. Zita decía que era el 1 y Emanuel el 16.Finalmente a los dos les faltaban dígitos.
Son unos bloques de casas con 4 pisos cada una pintados de amarillo a los que se accede por escaleras exteriores. El de Masiel y Ñoñó está en el último piso, el cuarto.
Con ellos vivía Yanet hasta su regreso a Partido. Masiel estudia derecho en la universidad y Ñoñó trabaja.Viven con una prima, Disneiry, que también estudia derecho. Así que vamos a convivir con todo un buffet de futuros abogados, ya que Emanuel también estudia derecho en la UAPA, una especie de UNED dominicana. Sólo va a clase los sábados y parte se cursa on-line.
La casa consta de un baño. una cocina y tres habitaciones.Además tiene una sala espaciosa a la entrada donde tienen la televisión, dos mecedoras y una mesa. En ese espacio colocaremos los colchones donde dormiremos.
En la casa está Masiel.
Dejamos las cosas y tomamos algo para cenar. Bollos de pan de agua (parecidos a los de los hot dogs), margarina, mayonesa y mermelada de mango que ha hecho ella. Además ha preparado un jugo de mango con leche.
Después va llegando el resto de la gente, Disneiry y Emanuel.Tenemos a dos varones y los dos se llaman igual.
Después llegan los turnos del baño.
Después vamos a salir a conocer la noche santiaguesa. Esta mañana ya me había advertido Zita que metiera en el bulto los tacos y ropa para salir arreglada.
Masiel se prueba como 5 o 6 modelos.Zita y Mar no quieren que lleve pantalones. Se pone un vestido finalmente pero cuando bajamos a llamar a un taxi, mientras esperamos ella se vuelve a la casa y se cambia para ponerse sus pantalones, ha conseguido su objetivo.
Nos vamos en un taxi monovolumen, ya que somos 8 en total.Vamos a una zona de bares cerca del monumento.Allí entramos en uno.Hay bastante gente, incluído un cumpleaños.
En el centro pista de baile y a los laterales mesas para sentarse, podría compararse a un bar español, con la diferencia de la música:bachata, merengue, salsa, regaeton...
Se ve que alguno ya se ha pasado de ron, como es habitual aquí.Se pide por botellas para compartir, lo de las copas no se estila aquí.
Nos echamos unos bailes, ha venido un amigo de Disneiry que se dedica a hacer un book de la gente, también algo típico de aquí lo de hacerse fotos y autofotos y si es posible subirlas a las redes sociales directamente.Zita consigue su primera servilleta con un teléfono dominicano.Sobre las 4 cierran y nos pedimos un taxi para volver.
La hermana de Zita, Mar, comenta que uno de los chicos que estaban a nuestro lado le había preguntado por mí y por mi número. Una pena que todavía siga sin número dominicano, jajaja
Llegamos a la casa y Disneiry tiene hambre así que se pone a preparar un cocinado de arroz con salami, huevos y spagettis. Emanuel, Mar y yo lo compartimos con ella. Masiel está ya durmiendo, se volvió antes que nosotros. Zita se ha tirado en la colchoneta y ya está dormida.
En la habitación de Disneiry hay una cama vacía así que e voy a dormir con ella. Emanuel pone su colchoneta cerca de la puerta de entrada, mañana tiene que levantarse a las 7 para ir a la universidad así que tendrá que apurar sus horas de sueño.
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